lunes, octubre 31, 2005

Perdone... ¿un tal Cantábrico?

(23/10/05, 16.35 h)

Y a pesar del sueño y el cansancio, me puede la curiosidad... esta inquietud que me provoca un paisaje nuevo, de colores y olores diferentes a lo acostumbrado... porque con este fondo, el viaje no se hace pesado...

Se suceden extensiones de montañas, llanuras... más montañas...

Los olivos pasan a disfrazarse de robles, hayas, castaños,... no es una siembra uniforme como en mi tierra. Es una vegetación frondosa que impide la penetración de la poca luz, pues el sol se refugia tras una única nube que, como gruesa manta de invierno, lo resguarda.

Y es que, en estos otros mundos, todo sorprende a mi rutina... como la de buscar en un cielo despejado algún húmedo algodón de esperanza; pero no, aquí veo que no... aquí los rayos de sol se advierten y se cuentan.

Sobran nubes para recrear inimaginables figuras... pronto convertidas en agua dulce para los locales, en dulce agua para los visitantes.

La brisa no huele a Mediterráneo, sino a otro tipo de aguas, otras corrientes,... como aquella que incitó a este viaje, la que empujó a cambiar de aires... y sin apenas darme cuenta el cambio fue de mar, tierra y aire... incluso de gente, de inquietudes ... de ambiente...

17 horas de autobús... se dicen pronto, pero se viven lentas... y si algo me hizo no quejarme, fue sencillamente el destino, la compañía, este lugar... Cantabria y Asturias, con un recuerdo de 150 fotos para no olvidar!!

Contenta, sorprendida... y satisfecha.

(Dedicado a unaasinblog :) )

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acabo de leer tu blog y me ha encantado, sobre todo tu manera de expresarte.
Parece que la incompresión de Nepo hacia el flamenco y el jazz ha tenido una parte positiva.
Lo dicho, un placer leerte y ver un poquito de tu pintura (espero algún día poder ver un poco más).