jueves, abril 20, 2006

Algo más que una leyenda

La Semana Santa, como casi todas las vacaciones que se me presentan, la disfruté en mi pueblo. Dicen que la tierra de uno tira mucho, y será cierto... porque Antequera me parece preciosa, a pesar de ser de allí y mantener la postura de que los antequeranos dejan mucho que desear (y como la frase la suelto yo pues no me incluyo, ¡hale!)

Pero no os voy a hacer de ciber-guía turística, y menos gratis, nada de eso. Sólo existe una condición para que acceda a mostraros sus rincones y contaros sus leyendas... que vengáis :)

Peeeeero... ahgs ¡no lo puedo evitar! Y, sin que sirva de precedente, quiero compartir con vosotros algo que cuando llego a mi tierra siempre desvía mi atención:

Era Antequera límite fronterizo de la España cristiana con la musulmana. Un joven cristiano cae prisionero en una localidad próxima. La hija del mandatario moro de esa localidad va por curiosidad a los calabozos en los que se encuentra con el apuesto guerrero. Ambos, de una sola mirada casi única, caen enamorados y deciden marcharse, ya que por aquellos siglos, no se les permitía contraer matrimonio a parejas de distintas creencias.

Aunque escapan de la cárcel, son descubiertos por los guardias que salen a su captura. Los moros se acercan y no saben qué hacer. Llegan a un peñón en las entradas de la ciudad de Antequera, decidiendo subir por él. Ya en todo lo alto, los arqueros del padre moro apuntan a los jóvenes. Ambos se miran, se cogen de la mano y se colocan al filo de la cima. No tenían escapatoria: rendirse y ser capturados y separados. Pero unidos por sus manos, vuelven a mirarse fijamente y se despeñan, saltando al vacío.

Esta es una de tantas leyendas que se cuentan en los pueblos... no tiene nada de especial, pero el escenario donde supuestamente ocurre es lo que os quería enseñar:



y si me hacéis el favor, inclináis la cabeza hacia la derecha y le echáis imaginación... ¿veis el perfil de una persona recostada? Le llamamos cariñosamente "El Indio" y os dejo este estropicio por si hay dudas ;)

Supuestamente, la pareja de enamorados se tiraron desde la punta de la nariz, y cuentan que en las faldas de "La Peña de los Enamorados" (así se llama realmente) yacen sus cuerpos.

Nuestro indio siempre da la bienvenida y la despedida cuando visitas mi tierra. Pero sin duda, lo que más cautiva es la hora del atardecer, cuando además sabes que en cuestión de minutos vas a coger exactamente la misma postura que él...


22 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdá es que yo siempre me he sentío como si viviera en Lilliput... Ahora, el día que se despierte el tío, yo no es por na, pero aquí nadie dice na de amarrarlo y yo así no veo mu claro el futuro de la ciudá, ejem... si alguien me echara una manita...

anónima dijo...

a mi me la contaron de pequeñaja. Siempre que paso por ahí me quedo mirándola embobada y me giro si hace falta. Lo malo es que ahora la que conduce soy yo...

Gacela dijo...

Me encantan las leyendas, Mayka, todas esas historias y el perderte pensando "pasó así? no, sí?".

Gracias por compartirla... y sí, habrá que dejarse caer por tu tierra a que nos cuentes más :-)

Guillermo dijo...

Como ya te dije, en el bus de vuelta a Madrid no conseguí encontrar al indio, aunque a lo mejor vi esa montaña y no lo reconocí, ya no me acuerdo.
En la 2ª foto se aprecia muy bien el perfil del indio

Mayka dijo...

Ro, jeje, justo cuando colgaba el post estaba pensando eso, que se supone que tiene la función de cuidarnos... ahora, el día que llegue un supuesto enemigo, como diga de levantarse... no se yo de quién correremos más :/

Sabejal eso tiene remedio, te vienes para Antequera, haces allí una paradita, me visitas y la vemos detenidamente, que desde cualquier ángulo dentro de la ciudad se ve el perfil perfectamente :).

Gacela a mi también, me encantan... igual no tienen nada de veraz, pero le dan magia al lugar. Pues nada, ya sabes... cuando quieras.

¡Esa peña era Guille!, pues seguramente debiste pasar por el lado, pero según el ángulo se ve mejor o peor la figura. Esas fotos son desde mi pueblo. Y como esa visita quedó pendiente, pues mientras el indio duerma, este tipo de vistas son las que te esperan :)... además, lo de la visita turística "comentada" te debe sonar de algo, jeje.

Un besote!!

Mayka dijo...
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Carlos (Sr. Chow) dijo...

Veo una o dos veces al año al Indio desde queera muy pequeño. Me decían "mira la montaña del Indio, ladea la cabeza", y me contaron la historia. En el viaje lo esperaba y sabía que había llegado. Siempre me ha impresionado y he tenido un respeto vivo, no me cansaba de mirarlo, me robaba los ojos. Es curioso que, de niño, al ser una figura especial, sabía que en el futuro volvería a mí de otra forma.

Anónimo dijo...

Que si los amantes de Teruel, ahora los de Antequera y un largo etcétera. Da que pensar, ¿tan fuerte es la sustancia que genera el cerebro en ese estado de enamoramiento? Porque mira que subirse hasta la punta de la nariz, ¿no les habían dicho que tocarlas narices a alguien (por mucho indio dormido que sea) es una falta de respeto?

Anónimo dijo...

Un respeto vivo :), bonita expresión. Pues un placer devolverte el recuerdo Carlos. Me gustaba pensar que la tierra tenía un alma atrapada y que su figura estaba emergiendo cerca de mi tierra, jeje... no tenía otro lugar, ya ves!

Pues tú me dirás Vacío, yo he estado enamorada, pero nunca me vi en una situación similar... supongo que le echaría el ojo a alguna ramilla a la que agarrarme antes de tirarme... Y con respecto a lo de tocarle las narices, si supieras la de gente que se tira en parapente desde la misma nariz cada vez que hace buen tiempo... creo que está acostumbrado, o será la excepción que cumple la regla, porque sino, creeme, ya se hubiese despertado.

CGI MANAGEMENT dijo...

Pues debe ser un espectáculo ver salir parapentes de la nariz del indio :)

Yo me apunto a hacer el indio donde el indio en cuanto me libere. Te tomo la palabra, eh?

:p

anónima dijo...

Estooo... el finde te viene bien? jeje cuando vuelva a málaga espero que nos tomemos un algo, por ejemplo. Y yo también quiero fotos del indio! pero el parapente lo dejamos para cuando se me quite el vértigo.
La verdad es que esa es mejor idea que estamparme con el coche :)

sacris dijo...

Yo si que veo el indio! A ver cuando puede ser eque vaya a verlo más cerca.

1bst

Anónimo dijo...

Vale Florecilla, pero nos quedamos en todo caso en la frente y la hoguera la dejamos pa San Juan, ok? o espera que piense... ¡¡ostrass!! lo que voy a hacer es darte una brocha gorda con una lata pintura negra para que le pintes el rostro :D... ya verás tú que regalito al alcalde.

Es verdad Sabejal, no andas por estos lares... se me olvida. Bueno, lo de tirarme en parapente... yo te miro desde abajo y te jaleo :).

Imagina desde lo lejos ver colores saliendole de la nariz, todo un espectáculo... ¡si la expresión de que el mundo es un pañuelo salió de allí!

Pues cuando quieras Sacris, él por lo pronto te espera fijo (más le vale)jeje... y yo tb ;)

Flu dijo...

:) jejeje...El indio... jojojo...

Y el cristiano y la mora se tiraron de la cara del indio?

Se puede decir que es muy multiracial. :) (ea, que fino me ha quedado).

terminus dijo...

Si, cierto parece un indio, jeje. Y la leyenda, por triste es de las que me gustan. Se parece a la leyenda toledana de la Roca Tarpeya.

Beso

Edu

sucubo dijo...

Ays... me encantan las leyendas!!
Con 8 años estuve viviendo en La Granja de San Ildefonso un pueblecito cercano a Segovia, alli hay un monte al que llaman la mujer muerta que al igual que a ti nos daba la bienvenida y nos despedia.
es curioso como la imaginacion juega con nosotros jeje.
besos wapa!

Anónimo dijo...

Jejeje, ea! un indio multiracial, tu lo has dicho flu!! se lo comentaré a los guias turísticos de mi pueblo para que lo sumen a los dialogos que sueltan ;P.

Tienes razón Terminus, suele haber leyendas muy parecidas en cada sitio... bueno, aqui nunca fue tradición arrojar a nadie desde la cima, pero también eran de religiones distintas y, lo que está claro es que caer cayeron igual...

Súcubo, creo recordar que Guille me habló de ella cuando le advertí de que podría ver a la Peña en su vuelta a Madrid por la carretera. Pero no conocía la leyenda... me acordaré de vosotros si la veo algún día.

Guillermo dijo...

Aunque algo tarde aqui tienes a la mujer muerta, foto, leyenda e historia con final feliz, todo en uno :D

Anónimo dijo...

me encanta conocer otras partes del mundo a travès de blogs...

Vamos... x aqui tambièn tenemos un indio :S

Como q tienen cara de piedra?

Anónimo dijo...

Ah, el Indio, ¡cuántos recuerdos! Yo estudié en Granada, y pasaba con el tren por ahí y siempre veía el indio, me encantaba, además el paisaje y una curva del tren después de la peña. Bueno, pues en uno de los viajes me dio por acordarme de cierta chica, bueno, especialmente de una parte de esta chica. Del escote. Y desde entonces, empecé a asociar la peña con dicho escote.

Sí, ya lo sé, es de un salido que no veas, pero ya se sabe, adolescencia y la juventud.

¿Qué pasó de aquella chica? No lo sé. Se quedaría en el recuerdo. Pero un bonito recuerdo...

Anónimo dijo...

Es broma, claro que sé donde está esta chica. Algún tiempo después pude hablar con ella. Ahora es mi mujer. Y cada vez que pasamos por Antequera lo recordamos juntos.

Anónimo dijo...

:)... que sonrisa me has sacado... bonito recuerdo, sí señor.